martes, 7 de noviembre de 2017

La importancia de la Inteligencia Emocional para el liderazgo en una empresa

Como hice referencia en el anterior post, la Inteligencia Emocional en el ámbito laboral juega un rol determinante en todos los niveles de la cadena de mando. 

Si se toman en cuenta las fases diseñadas para comprender la Inteligencia Emocional, fácilmente se puede asociar con el liderazgo dentro de las empresas, donde es indispensable una interacción social eficiente para lograr el máximo desempeño de un equipo.


Un líder que posea una inteligencia emocional reducida o poco notable, carecerá de la habilidad para motivar y dirigir a los miembros de su equipo de trabajo. No podrá verlos como seres humanos que funcionan con base en emociones sino que, al contrario, los verá como peones en un tablero de ajedrez, que funcionan siempre de la misma manera, pase lo que pase, y probablemente su respuesta automática será el enojo y la ira en contra de los empleados y por supuesto, los malos resultados para la organización.

Un líder requiere Inteligencia Emocional en el trabajo. El poder interactuar con un miembro del equipo, entendiendo su funcionamiento como ser social, le permitirá al líder que su gestión sea más eficiente. También será capaz de entender como el entorno influye, de manera positiva o negativa, al grupo de trabajo y a su rendimiento. Saber esto le permitirá al líder crear estrategias para aprovechar los talentos de los miembros de un equipo y tratarlos de manera diferente respetando su individualidad.

Además, la eficiencia analítica del líder con Inteligencia Emocional le permitirá tomar decisiones más apropiadas que le conducirán a obtener mejores resultados para la empresa. A mejores resultados mayores oportunidades de ganar un mejor salario y ascensos.

Este hecho, dentro del ámbito laboral, se traducirá rápidamente en un sano desarrollo profesional, que le permitirá a la persona el crecer continuamente en su carrera y alcanzar posiciones mejor remuneradas.

De esta manera, es indispensable para ejecutivos y gerentes de alto nivel el tener una Inteligencia Emocional en el trabajo notable y desarrollada. Sus cargos dentro de las organizaciones de ahora les exigen eso. Si el líder no entiende que las personas funcionan con base en las emociones, difícilmente logrará que los miembros de su equipo quieren seguirlo voluntariamente para lograr los resultados para la empresa. 

Si, por ejemplo, un gerente no logra darse cuenta que los trabajadores sufren un severo caso de falta de motivación por un mal ambiente de trabajo o unos sueldos bajos, que los ha llevado a disminuir su rendimiento, difícilmente pensará en opciones adecuadas para remediar esta situación.

Podemos ejemplificar con un caso más complejo, un ejecutivo en el área de marketing debe poder comprender el ánimo del público objetivo consumidor. Un mercado debe estudiarse a nivel emocional si se quiere ejecutar una estrategia de publicidad efectiva.

Quien no tiene consciencia de sus propias emociones, difícilmente podrá entender el funcionamiento del entorno y sus semejantes. Es por ello que la Inteligencia Emocional en el trabajo es un concepto muy importante al cual hay que prestarle plena atención para desarrollarlo efectivamente.

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