martes, 18 de julio de 2017

Beneficios de la Inteligencia Emocional. Consumo de drogas

Beneficios de la Inteligencia Emocional
En este punto del blog, parece ya clara y esencial la importancia del trabajo relacionado con nuestra Inteligencia Emocional. Mostrar la repercusión de los puntos siguientes, nos ayudará a reafirmar nuestro camino de aprendizaje, y la búsqueda de nuestra FELICIDAD Y BIENESTAR relacionada con el trabajo y fortalecimiento de nuestra Inteligencia Emocional...  ¡¡¡Animo, todo esfuerzo tiene su recompensa!!! Y una frase que me gusta mucho, y que es bueno interiorizarla...
NO EXISTE LA DERROTA PARA EL CORAZÓN QUE LUCHA
 En este post vamos a comenzar a contestar principalmente a la pregunta, ¿Para qué sirve tener Inteligencia Emocional?

Hay una importante correlación entre la Inteligencia Emocional y el Consumo de drogas
Las personas con falta en sus habilidades emocionales tienden a recurrir al consumo de drogas como forma de autorregular de forma externa la vivencia de estados emocionales negativos.
Según  un estudio de Trinididad y Johnson (2002) consideran que: 
  • Los adolescentes emocionalmente más inteligentes gestionan mejor las presiones del grupo, y esto les lleva a un menor consumo de tabaco y alcohol.
  • La Inteligencia Emocional alta se relaciona con una mejor percepción de las consecuencias negativas del fumar.
  • Los programas de prevención de alcohol y tabaco son más efectivos cuando tienen en cuenta variables como la Inteligencia Emocional
  • El papel relevante que tiene el aprender a gestionar emociones negativas como la Tristeza y Hostilidad. Y aprender herramientas de habilidades sociales para resistir las presiones grupales.
Hoy me gustaría terminar aquí y ya continuaremos en los próximos días hablando sobre los beneficios del desarrollo de la Inteligencia Emocional en nuestro ámbito cotidiano, así podréis disfrutar de este excelente vídeo sobre Inteligencia Emocional y drogas https://www.youtube.com/watch?v=OcwAkHebneU

Bibliografía utilizada: 

Fernández-Berrocal, P., & Extremera, N. Más Aristóteles y menos Prozac: de la inteligencia emocional a la felicidad.

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